- 28 de enero: Día Mundial por la Reducción de Emisiones de CO2
- Los gobiernos, en todos sus niveles y el sector empresario deben hacer cambios drásticos para que el sector de la construcción reduzca la huella de carbono de los edificios y viviendas
Buenos Aires, enero 2023. -La sociedad y todos los sectores de la economía en general se enfrentan desde hace años al reto de conservar los recursos, reducir emisiones GEI (gases de efecto invernadero) y contrarrestar el cambio climático. A nivel nacional, para entender el origen de las emisiones y establecer prioridades para un plan de acción, se pueden considerar los resultados del inventario de GEI de la República Argentina elaborado en 2018-2019, que indica que las fuentes de emisiones de CO2 se distribuyen por sector e industria de la siguiente manera: residuos, 4%; procesos industriales y uso de productos, 6%, agricultura, ganadería, silvicultura y otros usos de la tierra, 37%; y energía, 53%, estando dentro de este último porcentaje el sector de la construcción, a lo largo de todo su ciclo de vida.
Y es en este sector, el de la construcción, incluyendo arquitectos, desarrolladores y constructores, en el que se debe trabajar para ser más eficientes y así lograr reducir las emisiones de CO2. Las estrategias constructivas de edificios y viviendas es lo que influye directamente en el consumo de la energía de sus habitantes. “Aproximadamente el 34% de la energía que se consume en Argentina corresponde a espacios habitables, como ser viviendas, comercios, oficinas, espacios de recreación, salud, entre otros. Y en especial en los hogares argentinos el 50% del consumo de energía es por la climatización de los ambientes. Es decir que, en promedio, la mitad de lo que cada usuario consume de energía se debe a refrigerar o calefaccionar la casa”, comenta el Arq. Federico García Zúñiga, consultor técnico de Andima, (Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes). “Esto convierte al sector de la construcción en uno de los de mayor impacto sobre el consumo de energía; pero por otro lado el que ayudaría muy eficazmente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Se calcula que alcanzar la eficiencia energética en obras nuevas o con rehabilitación energética del parque edilicio existente, lograría además mejorar el PBI, aumentando las inversiones y el empleo en el sector y equilibrando la balanza comercial por una menor importación de energía”, agrega García Zúñiga.
Beneficios medioambientales y económicos de la aislación térmica eficiente
El frío y el calor obligan a usar artefactos para calefaccionar o refrigerar respectivamente, lo que hace que los usuarios estén cada vez más atentos al consumo de estos artefactos debido al incremento en las facturas de luz y gas. Y es en este aspecto donde la industria de la construcción puede tomar recaudos para ayudar a evitar pérdidas de calor o frío en una vivienda y así mitigar las emisiones de CO2.
La aislación térmica eficiente de una vivienda es la mejor decisión para no sólo conseguir el confort térmico dentro del hogar, sino ser también responsables con el medioambiente. La aislación térmica eficiente en la envolvente de un edificio -techos, muros, pisos- puede generar a nivel país un ahorro de energía anual de 16 millones de toneladas de gases de efecto invernadero. Para tener de referencia, según The Carbon Sink -la primera tienda online de neutralidad de carbono de Latinoamérica- una persona que toma un vuelo comercial de cabotaje entre El Calafate y Buenos Aires (2.068 km) emite 316 kg CO2e, lo que equivale al consumo de energía de 1 vivienda durante 5 meses. Y por un vuelo comercial internacional, de Buenos Aires a Miami (7.082 km) cada persona en clase turista genera 990 kg CO2e, similar al consumo de energía de 1 vivienda durante 1 año.
Económicamente, la aislación térmica eficiente supone un ahorro de hasta un 35% en el consumo de energía de un hogar y hasta un 60% en las facturas sobre la luz y el gas consumidos para climatizar un hogar. Estos aspectos ponen a la luz que el sector de la construcción en la Argentina tiene un gran trabajo por delante, con respecto a la eficiencia energética, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de las leyes vigentes no se cumplen y son las que exigen los niveles adecuados de acondicionamiento y aislación térmica eficiente. Es un sector que está desaprovechando su enorme potencial para contribuir con la reducción de emisiones, frenar el cambio climático y que se puede lograr a través de la incorporación de materiales aislantes térmicos eficientes.
Emisiones del sector de los edificios alcanzaron nivel récord
Según la ONU las emisiones provenientes del funcionamiento de los edificios en el mundo alcanzaron su nivel más alto en 2019, destacando que el sector está desaprovechando su enorme potencial para frenar el cambio climático y contribuir significativamente a los objetivos del Acuerdo de París.
Por su parte el Informe de estado global 2020 sobre los Edificios y la Construcción, de la Alianza Global para los Edificios y la Construcción (GlobalABC), sostiene que si bien el consumo global de energía de los edificios se mantuvo estable de un año a otro, las emisiones de CO2 relacionadas con la energía aumentaron a 9,95 gigatoneladas de CO2 en 2019. En total, el sector produjo 38% de las emisiones globales de CO2, si se consideran las emisiones de la industria de la construcción y las emisiones vinculadas a la operación de los edificios.
Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2
Cada 28 de enero se celebra el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2 con el objetivo de crear conciencia sobre la disminución de gases de efecto invernadero y su incidencia en el cambio climático. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), designó este día para tomar decisiones en beneficio del cuidado ambiental y para impulsar el desarrollo y aplicación de políticas de reducción en emisiones de gases. En 2016 Argentina firma el Acuerdo de París asumiendo su compromiso con la agenda de cambio climático. En 2020, el país redobla este compromiso y plantea una estrategia basada en el desarrollo sostenible e inclusivo con el objetivo de no exceder la emisión neta de 483 millones de toneladas de dióxido de carbono en el año 2030.
Es pos de este compromiso la industria de la construcción tiene por delante un rol clave de la mano de los profesionales, funcionarios, representantes de cámaras de la industria, entidades académicas, que lo lideran y que hoy tienen a su alcance soluciones que pueden marcar un antes y un después como ser el uso de materiales de aislación térmica eficiente o como se instaló en estos últimos días, la importancia del etiquetado energético de viviendas