Activistas de Greenpeace bloquearon cuatro topadoras que se encontraban desmontando en Santiago del Estero donde la Ley Nacional de Bosques no lo permite. La organización denunció que en la provincia se deforestaron casi un millón de hectáreas desde la sanción de la normativa y reclamó la protección de los menos de 20 yaguaretés que se estima sobreviven en el Gran Chaco argentino.
Las cuatro topadoras estaban arrasando cerca de 3.000 hectáreas de bosques en cuatro fincas ubicadas entre las localidades de Añatuya y Campo Gallo. Las mismas fueron detectadas mediante imágenes satelitales y sobrevuelos en helicóptero. Los activistas de la organización ecologista se interpusieron entre las máquinas y el bosque, y luego bloquearon su funcionamiento mediante la instalación de cepos en las palancas de manejo.
“Con el implacable avance de las topadoras sobre los bosques se genera cambio climático; inundaciones; enfermedades; desalojos de campesinos e indígenas; pérdida de alimentos, maderas y medicinas; y la desaparición de especies en peligro de extinción, como el yaguareté. Santiago del Estero es la provincia con más deforestación del país, y el gobierno provincial es cómplice de la violación de la Ley de Bosques, ya que permanentemente autoriza desmontes donde no está permitido”, afirmó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
Según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y del monitoreo satelital de Greenpeace, desde la aprobación de la Ley Nacional de Bosques (fines de 2007) hasta agosto este año, en Santiago del Estero se deforestaron 957.687 hectáreas, una superficie equivalente a 48 ciudades de Buenos Aires.
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