Conductividad térmica, resistencia y transmitancia térmicas son los conceptos que se estarán desarrollando.
La construcción sustentable es una estrategia integral utilizada para la minimización del impacto ambiental de las construcciones en todas las fases de su ciclo de vida con el fin de mejorar la calidad de vida de los usuarios, reducir los consumos de energía y las emisiones
de gases de efecto invernadero.
Conductivdad térmica, resistencia térmica y transmitancia térmica de los materiales son términos que están vinculados con la construcción sustentable.
“La conductividad térmica es una propiedad intrínseca de los materiales que mide su capacidad de conducción del calor. Es decir, cuan fácil es el paso de calor a través de ellos. Los materiales con menor valor de conductividad térmica son más aislantes”, afirmó María Belén Salvetti, arquitecta del Grupo UNICER.
En los últimos años la industria ladrillera ha invertido en I+D. Se han mejorado los procesos y la materia prima, alcanzando valores más bajos de conductividad térmica para la masa cerámica que conforma los ladrillos.
“Por su parte, la resistencia térmica de un material representa la capacidad del material de oponerse al flujo de calor. En el caso de materiales homogéneos es la razón entre el espesor y la conductividad térmica del material”, sostuvo Salvetti.
En el caso de ladrillos cerámicos huecos, la resistencia térmica está dada por la sucesión de cámaras de aire y la conductividad térmica de la masa cerámica que los compone.
La Arquitecta Salvetti explica que la resistencia térmica total (RT) de un elemento constructivo es la suma de las resistencias térmicas superficiales y la resistencia térmica de las diferentes capas que lo componen (revoques, materiales aislantes, cámaras de aire, mampuestos, etc).
Los ladrillos termoeficientes ofrecen una gran resistencia térmica sin necesidad de incorporar aislación térmica adicional.
Y por último tenemos a la transmitancia térmica que es la cantidad de calor que fluye por unidad de tiempo y superficie a través de un elemento constructivo, cuando hay un gradiente de temperatura entre dos ambientes.