La pandemia de coronavirus ha tenido efectos de largo alcance en la mayoría de las industrias del mundo y el segmento del litio no es la excepción. Allí también se ha producido una desaceleración en los compromisos de capital, pero las perspectivas de crecimiento de la demanda sugieren que solo se ha retrasado y no descarrilado, y que Argentina desempeñará un papel clave para abastecer los requerimientos globales.
El mercado mundial del litio debiera crecer 500% en los próximos 35 años, sin embargo, según la consultora estadounidense DCDB Group, la falta de financiamiento para nuevos proyectos y expansiones de operaciones existentes conducirá a una menor oferta entre 2023 y 2025.
En los próximos tres años, la industria global del litio estará ansiosa por la puesta en marcha de nuevos proyectos y el país con las mejores posibilidades de estar a la altura es Argentina.
Como tercer mayor productor mundial del mineral, el Gobierno argentino incluyó 15 proyectos de salmueras de litio en su plan para impulsar las exportaciones mineras durante la próxima década.
Actualmente, Argentina tiene dos productores de litio: Livent y Orocobre, los que operan en los salares Hombre Muerto y Olaroz, respectivamente, pero el país también posee el proyecto de salmueras de litio más avanzado de la región, Caucharí-Olaroz, de Lithium Americas (en la foto), el cual debiera comenzar a operar en 2022.
Con un gasto de capital de US$565mn, Caucharí-Olaroz es una de las 10 principales inversiones en litio en la región. Se espera que el proyecto, que forma parte de una empresa conjunta con la china Ganfeng Lithium, produzca 40.000t/a de carbonato de litio, lo que duplicaría con creces la producción actual de Argentina de 30.500t.
Además de Caucharí-Olaroz está el proyecto de US$474mn Sal de Vida, controlado por la australiana Galaxy Resources, que actualmente se encuentra en fase de diseño.
Pero otro factor a favor de Argentina es el apoyo que ofrecen a los inversionistas las autoridades de las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca, que han facilitado los procedimientos para cumplir con los requisitos legales y ambientales.
El país también tiene un impuesto fijo de 3% para los productores de litio.
En julio, Argentina dio otro paso adelante para ayudar a impulsar la industria del litio con a creación de la cámara Calbafina para apoyar nuevos proyectos y colaborar con la definición de los precios del litio en los mercados internacionales.
En una entrevista concedida recientemente a BNamericas, el analista de Benchmark Mineral Intelligence, José Hofer, dijo que el valor de mercado de los proyectos argentinos está en niveles bajos y que aquello abre oportunidades para las empresas interesadas en comprar proyectos y llevarlos a la producción.
¿Por qué no Chile?
El territorio de Chile contiene el 60% de las reservas mundiales de litio y actualmente representa el 20% de la producción global, pero el litio solo puede extraerse en asociación con una empresa estatal o en virtud de un contrato especial similar al otorgado a los productores locales SQM y Albemarle.
El proyecto más cercano a iniciar su producción es la iniciativa de salmueras de litio de de US$563mn Maricunga que actualmente está estancada debido a la burocracia.
Maricunga es parte de una empresa conjunta formada en 2019 por la australiana Lithium Power International y la cuprera estatal Codelco.
Después de un proceso de 15 meses, la evaluación de impacto ambiental de la iniciativa fue aprobada en febrero pasado. Las licitaciones de ingeniería, adquisición y construcción están en marcha, pero pese a que el proceso de due diligence de ingeniería compleja se inició el 2T, aún no se han revelado más detalles.
A principios de este año, los legisladores chilenos votaron para introducir un nuevo impuesto de 3% a los valores de los minerales que extraen las compañías que producen más de 50.000t de litio o 12.000t de cobre fino. La discusión del proyecto de ley permanece en compás de espera.
Fuente: Bnamericas