Diferentes empresas y gobiernos ubicados en distintos puntos del planeta, comparten un mismo objetivo: promover un desarrollo sostenible y el cuidado del ambiente. Es por ello que en numerosas ciudades florecen proyectos para ahorrar energía, reutilizar residuos y reducir los deshechos. Ejemplo de ello son los árboles solares que comienzan a instalarse en países como Argentina, México e Israel.
El año pasado se inauguró la primera plaza solar del país en Godoy Cruz con 18 paneles solares que proveen de energía a todo el paseo y su entorno. Es la primera plaza cuyo consumo energético es cubierto completamente por energías limpias. Además los paneles producen más energía de lo que necesita el paseo para funcionar por lo cual, el excedente se redirige a la red.
Los árboles están conformados por una estructura metálica de caños circulares de diferentes diámetros que funcionan como pérgola. Las “hojas” albergan paneles solares que proveen de energía a tomas de corrientes adosadas a los caños. Así los vecinos pueden recargar aparatos eléctricos como celulares y tablets.
El caso de México
Por otra parte, en la nación azteca se están colocando más de una veintena de árboles solares similares a los de Mendoza, en la delegación Miguel Hidalgo.
El primero se instaló en el Parque Lincoln. Con una estructura similar a la de un árbol frondoso, posee paneles solares de tres kiloWatts y 12 conexiones para cargar dispositivos móviles además de puertos para computadores. La instalación fue llevada a cabo por la empresa Go Green y costó alrededor de U$D 5.550.
El objetivo de la delegación es instalar 21 árboles más a lo largo del territorio. Además mediante el mismo programa que promueve la colocación de los árboles solares, ya se instalaron otros 438 paneles en el estacionamiento del edificio delegacional.
El proyecto de Israel
México y Argentina no son los únicos países con árboles solares en su territorio. Hace cinco años en Israel se instalaba la primera estructura de este tipo en el parque natural Ramat HaNadiv.
Este árbol creado por Michael Lasry está conformado por un tronco metálico y siete grandes “hojas” que poseen paneles solares. La estructura no sólo brinda sombra a unos bancos sino que también permite alimentar enchufes eléctricos, enfriar fuentes de agua potable y proporcionar wifi.
Cada árbol de siete paneles puede generar un máximo de 1,4 kilovatios, lo necesario para alimentar a 35 ordenadores portátiles. Además una batería almacena el exceso para iluminar la zona por la noche y proporcionar energía de reserva en los días nublados.
Fuente: Grupo Edisur